- Exposición: El modernismo
- Arquitectura e interiores
La rápida industrialización del siglo XIX dio lugar al boom de la construcción en muchas ciudades europeas. La arquitectura modernista fue una declaración de modernidad nacional y gusto estético que hicieron posible los materiales –acero, hierro y vidrio– y técnicas de la industrialización. Los diseños fluidos de hierro forjado y gres arquitectónico aportaron una presencia característica y lujosa a las fachadas de edificios y puentes.
En París, el arquitecto y diseñador Hector Guimard (1867-1942) desarrolló un estilo fluido y abstracto, y sus encargos incluyeron la Maison Coilliot en Lille y el Castel Béranger en París. Los diseños de Guimard para las estaciones de metro de París, construidas para la Exposición Universal de 1900, combinaron las formas lineales con los métodos de construcción industrial, y continúan siendo famosas en todo el mundo incluso hoy en día.
El arquitecto y diseñador Charles Rennie Mackintosh (1868-1928) definió la Escuela de Glasgow junto a las hermanas Macdonald y Herbert McNair. Juntos se les conocía como ‘Los Cuatro’. Mackintosh desarrolló su propio estilo, contrastando fuertes ángulos rectos y motivos decorativos inspirados en flores.
En el diseño de Mackintosh para el interior de la ‘Casa para un amante del arte’ en Glasgow, la rosa es un motivo frecuente, tanto en los papeles pintados como en ventanas con vidrieras o detalles de los muebles. Al igual que con el resto de la obra de Mackintosh, la Casa se diseñó para vivirla como una obra de arte unificada.
El Palacio Stoclet en Bruselas fue encargado por el banquero y coleccionista de arte Adolphe Stoclet en 1905. Fue diseñado por el arquitecto Josef Hoffmann y construido entre los años 1905 y 1911.
La decoración de la casa incluye la obra de una serie de artistas destacados, como Koloman Moser, Gustav Klimt, Frantz Metzner y Richard Luksch. Es la expresión definitiva del ideal de ‘Gesamtkunstwerk’ («obra de arte total»). El dibujo o cartón preparatorio a gran escala de Klimt para el Palacio Stoclet se muestra a continuación.
Mientras tanto en Bruselas, algunos de los arquitectos que siguieron el estilo modernistas fueron Paul Hankar, Henry van de Velde y Paul Saintenoy, pero el más famoso fue Victor Horta (1861-1947). Su obra estaba definida por la luz, espacios abiertos, techos de vidrio y el innovador uso de trabajos de forja.
Horta usó trabajos de forja curvos, inspirados en las formas naturales, en los interiores y exteriores de edificios. Los encargos del Hotel Solvay y el Hotel Tassel ejemplifican el enfoque pleno que adoptó hacia la arquitectura: Horta diseñó cada elemento, desde los picaportes hasta los muebles y las ventanas con vidrieras.
Los arquitectos y diseñadores modernistas buscaban crear obras que tuvieran un vocabulario visual coherente. Lo que deseaban era que cada elemento del entorno de construcción, tanto interior como exterior, fuera diseñado teniendo en cuenta todo el conjunto. Los contornos orgánicos del exterior de los edificios se correspondían con interiores igual de contundentes.
El uso de las formas vegetales en los trabajos de forja, a menudo visto en la arquitectura, apareció de pronto en los objetos de plata, lámparas y elementos decorativos, como la elegante jarra que se muestra a la izquierda, y la vajilla de estaño que se muestra a continuación.
En Barcelona, el modernismo se llamó ‘modernisme’, en catalán, y el arquitecto Antoni Gaudí (1852-1926) creó un estilo orgánico sumamente individual que derivó de tradiciones góticas y moriscas. Gaudí fue nombrado director de obra del Templo de la Sagrada Familia en 1883.
Gaudí trabajó en este proyecto extraordinario, único y sumamente complejo hasta su muerte en 1926, pero hoy en día el templo sigue construyéndose. Descubra más sobre la Sagrada Familia con la doctora Beth Harris y el doctor Steven Zucker de Smarthistory en este vídeo a continuación.