- Exposición: La inspiración de la naturaleza: capítulo cuatro
- Inspiración en lo autóctono
En los Países Bajos, el pintor Jacob van Ruisdael (aprox. 1628-1682), natural de Haarlem, comenzó a pintar a edad temprana y, al parecer, estuvo influido en gran medida por su tío, el artista Salomon van Ruysdael. De igual modo que Constable, Ruisdael trabajó asiduamente en el paisaje, viajando y dibujando para preparar cuadros que realizaba después en su estudio.
Al igual que en la obra de muchos de sus coetáneos holandeses del siglo XVII, el paisaje llano de los Países Bajos, con sus inmensos cielos y sus bajos horizontes, ocupa un lugar destacado en los cuadros de Ruisdael, como por ejemplo en Vista de Haarlem desde el noroeste, con campos de blanqueo en primer plano.
En primer plano, los tramos de blanqueo al sol de tejidos yacen al pie de las dunas, de cuya agua pura dependía la industria del lino de Haarlem. En el lejano horizonte se perfila Haarlem, reconocible por el tejado y el chapitel de la Catedral de San Bavón, que horada débilmente el vasto cielo. Otro cuadro de Ruisdael sobre el mismo tema se encuentra en el Kunsthaus Zürich.
Las abruptas e inaccesibles montañas que se extienden a lo largo de la costa norte de Noruega impresionaron al artista Peder Balke (1804-87) cuando visitó la región por primera vez en 1832. El cuadro Stetind en niebla (1864) de Balke contrapone las diminutas figuras humanas y los veleros al mar, al cielo y a la descomunal montaña de Stetind.
La yuxtaposición del hombre con el poder sublime de la naturaleza es un recurso típico del romanticismo, como puede verse en las obras de artistas como Caspar David Friedrich. Balke retomó el tema de Stetind y pintó escenas similares muchas veces a lo largo de su vida: haz clic aquí para ver más obras de este artista en Europeana.
El artista letón Vilhelms Purvītis (1872-1945) estudió en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo, donde se graduó con la Gran Medalla de Oro, tras lo cual vivió en Riga, Spitsbergen (donde estudió cómo pintar la nieve) y Tallin. Más tarde pasó a ser director del museo de arte de Riga (actualmente Museo Nacional de las Artes de Letonia) y fue miembro fundador de la Academia de las Bellas Artes de Letonia.
La obra Invierno (1910) fue exhibida regularmente en exposiciones de arte letón en ciudades extranjeras como Bruselas, Kaunas, Kiev, Luxemburgo, Leningrado, Moscú y Tallin. Los resplandecientes destellos del sol invernal en el agua, el contraluz de las nubes y la silueta de los altos árboles le confieren un carácter sereno y romántico. El delicado entramado de las ramas sugiere asimismo la influencia del Art Nouveau.
En 2007, Invierno fue elegida para representar a Letonia en la exposición Masterpieces of European Art celebrada para conmemorar el 50 aniversario de la Unión Europea y que tuvo lugar en el Palazzo del Quirinale de Roma. Fue expuesta junto a obras de artistas de la talla de Tiziano, Durero, Rodin y Turner.
El artista húngaro Tivadar Csontváry Kosztka combinó su cultura autóctona con motivos de paisajes foráneos para suscitar emociones en torno a la identidad nacional. En sus viajes a lo largo y ancho del mundo visitó París, el norte de África, el sur de Europa y Oriente Próximo, donde pintó Peregrinación a los cedros del Líbano (1907).
Los cedros milenarios tienen un papel fundamental en la antigua mitología húngara. Al elegir dicho motivo, Csontváry fusionó sus tradiciones autóctonas con el paisaje libanés. Fuera del arte, Csontváry difundió sus ideas visionarias mediante panfletos religiosos y diarios autobiográficos.
No he hecho anuncios de cosas porque no me interesa la prensa de los buhoneros; en lugar de eso, me retiré del mundo y me fui a lo más alto del Líbano a pintar cedros.
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